25 de noviembre de 2019
El 25 de noviembre fue declarado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para abordar una de las violaciones de derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del presente.
Según la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, la violencia contra la mujer es “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos que ha persistido a lo largo del tiempo en el mundo actual. Todavía existe mucha impunidad y los casos de violencia aparecen todos los días, las cifras son desvastadoras. El silencio, la estigmatización y la vergüenza son solo algunas de las consecuencias sufridas por las víctimas.
En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:
Según las Naciones Unidas, «los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo».
Es importante señalar que, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, como las niñas y las mujeres mayores, las mujeres lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.
La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Lo que es más, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.
En el ámbito del MERCOSUR, se cuenta con una institucionalidad regional que aborda políticas públicas nacionales para la igualdad de género. Es el caso de la Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer (RMAAM), y de la Comisión Permanente de Género y Derechos de las Mujeres de la Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos del MERCOSUR (RAADH).
En términos de instrumentos de derechos, el MERCOSUR dispone del Mecanismo de Articulación para la Atención a Mujeres en Situación de Trata Internacional. También, la RAADH lanzó el Manual pedagógico sobre el uso del lenguaje inclusivo y no sexista. Estas son contribuciones importantes para que cada uno de los Estados haga el máximo de sus esfuerzos para garantizar y avanzar en el cumplimiento de los derechos de las mujeres y la conquista de la igualdad de género.
Campaña 16 días de activismo contra la violencia de género
Acceder al Manual pedagógico sobre el uso del lenguaje inclusivo y no sexista
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